Existen en la actualidad variedad de aspectos que definen la identidad
del “ser joven”. Sin embargo, y sin el ánimo de hacer ruptura de este termino
(juventud) con la realidad, es importante resaltar que ello implica situarnos
en paralelo a un ámbito eminentemente
positivo o negativo. El balance que se ha prolongado a través de los años
sobre reflexión y conocimiento de dicha temática, a venido presentando una
serie de discusiones y a fomentado el libre
pensamiento de aquellos que los definen como: “objetos de consumo”.
La identidad, entre la juventud, ha sido el principal actor de los
choques juveniles, donde estos últimos, llegan hasta donde no deben llegar. Promoviendo
una lucha que, en épocas remotas aporto indudablemente al cuidado y
protección de éstos. El ideal de la época contemporánea es, sin más
preámbulos, permanecer joven, limitándonos a estrategias de desarrollo y
fluctuando formas de aprendizaje en años siguientes.
Los jóvenes viven en el mundo inmerso de la institución, es decir,
hacen una breve comparación de aquello que denominamos conocimiento, con
escuela, como ente generador del mismo. “El desafío se lo plantean las nuevas
sensibilidades de los jóvenes, los nuevos modos de oler, los nuevos modos de
llevar el cuerpo, los nuevos modos de aprender, los nuevos modos de oír" (Desarrollo., 2000). Los saberes son
ya excluidos de la institución. Actualmente se sostienen día a día redes de
conocimiento y aprendizaje (multiplicidad) por donde circulan los saberes más
valiosos del mundo de hoy.
Si bien es cierto, hay una relación totalmente intrínseca entre el
derecho a ser reconocido, el derecho a ser visto y el derecho a ser
representado. La diversidad cultural converge en la aproximación del
aprendizaje, más aún cuando adoptamos correctamente formas de actuación y de oratoria.
Así mismo, los jóvenes buscan en
realidad quien les represente y les reconozca, alguien que poco a poco emita
a .la sociedad juvenil, la posibilidad
de acceder fácilmente a procesos culturales. Puesto que ésta fortalece los
ámbitos sociales a los que nos involucramos a medida que vamos explorando su
diversidad.
"La modernidad nos ha incumplido la mayoría de las promesas, pero ha
existido una que de verdad ha
cumplido y que quien la avizoró fue
Weber, y es que la modernidad nos iba a desencantar el mundo, es decir, que la razón iba a
triunfar sobre la magia, sobre el misterio, sobre lo trascendente”. (Desarrollo., 2000)
Así pues que, el Estado a divulgado gran cantidad de oportunidades a
esta población, anclándolos al mundo del cine y la televisión como precursor esencial
de aprendizaje y por qué no de enseñanza, que en un mañana pueda beneficiar a
todos.
Entonces, lo que pide la juventud a la escuela es que sea
contemporánea, que asuma su diferencia radical y que los maestros tengan la
humildad de escuchar, escuchar que ellos oyen de otra manera , gustan de otra
manera , leen de otra manera. Y si las instituciones poco toman en serio,
será imposible que hagamos un país en el que éste grupo generacional pueda
ubicarse en la geografía laboral que nos apetece a muchos una vez culminada
nuestra profesión.
Alejandra Caro
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